Netflix quiere expandir sus dominios a la industria de los videojuegos, ¿será que Sony, Nintendo y Microsoft corren peligro?
Ser el gigante del streaming ya no es suficiente para Netflix. Por eso ahora buscará expandir sus dominios a los videojuegos.
La compañía comenzó la búsqueda de un directivo que guíe sus esfuerzos para adentrarse en esta industria, un paso clave para adentrarse de lleno en una nueva área del entretenimiento luego de dominar en el sector de la producción y streaming de series y películas, a pesar de los múltiples competidores que han aparecido en años recientes.
De acuerdo con un artículo de The Information, Netflix está por emprender su apuesta más interesante y arriesgada de los últimos años; sin embargo, la compañía con sede en Los Gatos, California, sabe que ante la aparición de nuevas plataformas que ofrecen contenido streaming como Disney Plus, Amazon Prime Video, Apple TV + y ahora HBO Max, ha llegado el momento de reinventarse.
Netflix ya entabló contacto con algunos “directivos veteranos de la industria de los videojuegos” para liderar este proyecto después de valorar por mucho tiempo entrar al mundo gamer, una industria que sigue siendo de lo más sólida y que, a diferencia del cine y la televisión, continúa creciendo con mejor números año con año.
La compañía es consciente de que se tendrá que enfrentar a diversas compañías que han dominado el mercado durante más de una o dos décadas, por lo que piensa tomarse las cosas con calma.
Aunque hay pocos detalles de su acercamiento a esta industria, el portal señala que Netflix no está interesada en ser el desarrollador de sus propios juegos, sino que más bien busca replicar su exitoso modelo de negocios en el streaming, fungiendo (primeramente) como un intermediario de distribución de videojuegos, algo similar a lo que hace Apple Arcade.
De ser así, la compañía busca ofrecer a sus usuarios un servicio adicional que incluya un amplio catálogo de títulos a cambio de un pago mensual, por lo que se espera que este proyecto esté enfocado en los dispositivos móviles.
Esta no sería la primera vez que Netflix coquetea con el mundo gamer. En octubre de 2017 lanzaron Stranger Thing: The Game, un RPG para dispositivos móviles desarrollado por BonusXP, que si bien no es una desgracia, tampoco es que haya colado entre lo mejor de ese año. Un par de más tarde, en 2019, la franquicia contó con una secuela que dio el salto a las consolas y PC.
Si bien se trató de un modesto primer paso en esta industria, lo cierto es que la compañía no ha tenido reparo en mostrarse aventurada en explorar nuevas áreas, ¿o acaso no fue hasta mucho después que se animaron a desarrollar sus propias series y películas?
Otro ejemplo claro es el de la cinta Black Mirror: Bandersnatch, donde experimentaron con un nuevo formato de televisión interactivo, algo que en cierta medida nos recordó a los videojuegos.
Netflix y su “peligrosa” apuesta
A diferencia de los proyectos antes mencionados, su intento por expandirse al mundo de los videojuegos luce como el paso más arriesgado que están por dar.
El desarrollo de un videojuego y una cinta interactiva para nada están cerca de ser igual de aventuradas que el desarrollo de todo un modelo de negocios que involucra a mucha más gente y que de fallar promete mermar los bonos de Netflix de manera significativa.
En su momento, Google, Amazon y Apple, por mencionar solo a algunos de sus competidores, han intentado ganarse un lugar en la industria de los videojuegos sin demasiado éxito.
Google continúa con los tempraneros dilemas de Stadia, su servicio de suscripción para videojuegos en la nube que con menos de dos años de vida acumula demandas, el cierre de su principal estudio de desarrollo propio, problemas con los desarrolladores independientes y el abandono de personas clave para el proyecto.
En el mismo tenor está Amazon Game Studios, el estudio de la firma estadounidense que continúa sin lanzar un título insignia y sigue cancelando proyectos.
¿Y qué decir de Apple Arcade?, el desangelado servicio de suscripción para videojuegos que sigue sin convencer a los usuarios que siguen confiando mucho más en Nintendo, Sony y Microsoft. ¿Tendrá Netflix el mismo destino?